(Residencia Creación )
L'animal a l'esquena (Celrà)
Del 10/03/2014 al 22/03/2014
Presentación:
El 22/03/2014 a las 19:00 en L'animal a l'esquena (Celrà)
Natxo Montero, Laia Cabrera
En colaboración con Azala, espacio de creación del País Vasco , L'animal a l'esquena acoge en residencia de creación Barbecho, un proyecto de Natxo Montero y Laia Cabrera
barbechar. (De barbecho).
1. tr. Arar o labrar la tierra disponiéndola para la siembra.
2. tr. Arar la tierra para que se meteorice y descanse.
Igual que el arado labra la tierra preparándola para dar fruto, el juego surca la mente del hombre preparándola para afrontar la madurez, reemplazando amenazas reales por peligros imaginados.
Y así como ese mismo arado se hiende bajo la tierra aireando el terreno para hacerlo fértil de nuevo, para el hombre el juego es un descanso, un tiempo de respiro esencial.
Nos sería absolutamente imposible vivir si no pudiésemos jugar. Cuando decimos jugar, no nos referimos a jugar con un trenecito, sino a jugar en el sentido en el que el hombre juega. Si nos da la gana de escuchar música estamos jugando, si bailamos, estamos jugando, si queremos pasear, estamos jugando; ése es el sentido lúdico, todo lo que no significa trabajo, obligación o deber. Todo lo que no es eso para nosotros es juego y el hombre es un animal que juega.
"Jugar es el barbecho del alma"
L'animal a l'esquena (Celrà)
Del 10/03/2014 al 22/03/2014
Presentación:
El 22/03/2014 a las 19:00 en L'animal a l'esquena (Celrà)
Natxo Montero, Laia Cabrera
En colaboración con Azala, espacio de creación del País Vasco , L'animal a l'esquena acoge en residencia de creación Barbecho, un proyecto de Natxo Montero y Laia Cabrera
barbechar. (De barbecho).
1. tr. Arar o labrar la tierra disponiéndola para la siembra.
2. tr. Arar la tierra para que se meteorice y descanse.
Igual que el arado labra la tierra preparándola para dar fruto, el juego surca la mente del hombre preparándola para afrontar la madurez, reemplazando amenazas reales por peligros imaginados.
Y así como ese mismo arado se hiende bajo la tierra aireando el terreno para hacerlo fértil de nuevo, para el hombre el juego es un descanso, un tiempo de respiro esencial.
Nos sería absolutamente imposible vivir si no pudiésemos jugar. Cuando decimos jugar, no nos referimos a jugar con un trenecito, sino a jugar en el sentido en el que el hombre juega. Si nos da la gana de escuchar música estamos jugando, si bailamos, estamos jugando, si queremos pasear, estamos jugando; ése es el sentido lúdico, todo lo que no significa trabajo, obligación o deber. Todo lo que no es eso para nosotros es juego y el hombre es un animal que juega.
"Jugar es el barbecho del alma"
