Realizar esta residencia en L'animal a l’esquena se presenta como posibilidad para el reencuentro de afectos en un espacio de cuidados y motivaciones que invita a profundizar en las complejidades de nuestro hacer. La propuesta emerge del diálogo entre nuestros deseos, y el de éstos con las situaciones especiales que están atravesando nuestras comunidades en la actualidad. En esta instancia, y teniendo como marco el proyecto en el que trabajo hace varios años “Insurrección del sensible”, propongo -con la colaboración de Idoia Zabaleta- investigar y crear experiencias que promuevan cuerpos plurales, porosos, dinámicos, diversos y comunes.

Para esta investigación se nos hace inevitable preguntarnos por las relaciones que establecemos con el entorno, especialmente con las personas. Las prácticas en movimiento tienen como característica inmanente una propuesta ética política con respecto a el cuerpo y los deseos, es nuestra la decisión que estén al servicio de la domesticación o de la emancipación, y que cuestionen o no el orden dominante. El arte político como posibilidad implica introducir otros sentidos a la realidad, proponemos cuestionar y transformar los fieros de cuerpos individualistas, promoviendo prácticas y experiencias que creen relaciones solidarias.